La Unidad Educativa Cardenal de la Torre brinda una educación católica e integral desde el carisma Matovellano, enfatizando en los valores éticos, morales, de identidad nacional y del ciudadano global del siglo XXI, a niños, niñas y adolescentes en los niveles de Inicial II, Preparatoria, Educación General Básica, Bachillerato General Unificado y Bachillerato Técnico en Contabilidad y Servicios Hoteleros. Fundamentamos nuestra práctica educativa en las tendencias pedagógicas constructivistas y pragmatistas actuales con el fin de desarrollar potencialidades, conocimientos y cualidades de nuestros estudiantes, de tal manera que puedan integrarse activamente a la sociedad. Contamos con personal docente altamente calificado en sus distintas áreas del conocimiento, quienes promueven el desarrollo de las habilidades cognitivas, procedimentales, actitudinales, espirituales y emocionales de nuestros estudiantes en entornos educativos democráticos y participativos, enriquecidos con recursos físicos y digitales.
La Unidad Educativa Particular Cardenal de la Torre, será en una institución educativa Católica, con calidad académica, que imparta una formación científica, con base bilingüe, mediante la utilización de tecnología alternativa y en base de proyectos educativos, innovadores, que responda a las expectativas de desarrollo de la sociedad ecuatoriana en el marco de una democracia participativa. Para el año 2026, la Unidad Educativa Cardenal de la Torre será una institución educativa particular católica, reconocida como un referente en cuanto el cumplimiento de los Estándares de calidad educativa emitido por el Ministerio de Educación y el cumplimento de los principios del carisma Matovellano; será reconocida por la comunidad educativa por implementar proyectos de innovación educativa en el aula y en la gestión escolar transformándose es una institución con base bilingüe, que brinde calidad y calidez académica que desarrolle en los estudiantes las capacidades necesarias para desenvolverse en el siglo XXI. Trabajará en el desarrollo de las competencias digitales e informacionales de docentes y estudiantes para el uso adecuado e innovador de herramientas digitales de tal manera que puedan responder a las necesidades de la sociedad ecuatoriana en el marco de una democracia participativa.
La acción educativa se basa en formar niños, niñas y adolescentes valerosos, competentes, llenos de virtud y ciencia, siendo cristianos convencidos y honrados ciudadanos.
● Concebimos a la educación como uno de los pilares fundamentales, tiene como finalidad primordial, constituirse en el instrumento de trasmisión del conocimiento, desarrollo de habilidades y competencias que permitan la formación integral de niños, niñas y adolescentes para alcanzar una sociedad más justa y equitativa.
● Nuestro proyecto exige una práctica educativa evangelizadora, para conformar una comunidad capaz de anunciar y desarrollar de forma sistemática, desde sus diversos componentes y ámbitos tales como: proyectos educativos, ambientes, convivencias, sectores de aprendizajes, planes y programas, reglamentos, experiencias, entre otros, que permiten impulsar las actitudes y competencias reveladoras de aquellos valores propuestos por Jesucristo en el Evangelio, promoviendo el sentido nuevo de la existencia y lo transforma, capacitando al hombre y a la mujer para vivir una vida nueva y del carisma del Venerable Padre Julio María Matovelle, en concordancia con las innovaciones educativas que se aplican en el momento histórico actual, para dar una educación de calidad a la niñez y juventud, orientada a la consecución de una sociedad justa humana llena de espiritualidad y amor oblativo que llega a la entrega total e incondicional (inmolación).
● Nuestra identidad educativa católica se fundamenta en la formación del corazón que debe darse en un ambiente educativo donde reine el amor, el respeto, la responsabilidad y el rigor científico y técnico actualizado y la búsqueda constante de una espiritualidad sólida y trascendente que parte del encuentro con Cristo en la oración y sobretodo en la Eucaristía.
● La educación en la Unidad Educativa Cardenal de la Torre, en todos sus niveles es un proceso de orientación y acompañamiento para que el/ la estudiante descubra los conocimientos, a través de sus propias experiencias, para integrarlos a su vida, hasta formar una personalidad semejante a la de Cristo y desde esa realidad se constituya en agente de cambio generador de esperanza para los demás. Debe educarse con autenticidad, responsabilidad y capacidad científica competente, sin avergonzarse de la fe.
● Los padres y madres de familia y/o representantes legales de la Unidad Educativa Cardenal de la Torre deberán fomentar la práctica académica y católica por parte de sus hijos/hijas de los valores, sanas costumbres y virtudes sociales, cívicas y morales como cristianos comprometidos. Participar en forma proactiva de actividades institucionales, dedicar tiempo para escuchar las inquietudes, deseos y aspiraciones de sus hijos para dar una adecuada y oportuna orientación que les permita evangelizar a sus hijos/hijas por medio de la vivencia de la fe por la palabra y el testimonio de su vida, dándole a Dios el lugar preferencial en la familia.
● Entendemos a la comunidad educativa como un ente interdependiente, proactivo, que permite alcanzar las metas institucionales:
a. Formar la conciencia cristiana como identidad institucional.
b. Formar al ser humano en forma integral holística y personal, en base del amor y la oblación.
c. Desarrollar la conciencia social, participativa y democrática, con proyección humanística y cristiana.
d. Fomentar una autonomía responsable y el manejo adecuado de la libertad.
e. Alcanzar la calidad como medio para ser competente.
f. Instrumentar el aprendizaje con innovación tecnológica y su utilización práctica en la vida diaria.Concebimos a la educación como uno de los pilares fundamentales, tiene como finalidad primordial, constituirse en el instrumento de trasmisión del conocimiento, desarrollo de habilidades y competencias que permitan la formación integral de niños, niñas y adolescentes para alcanzar una sociedad más justa y equitativa.
● Nuestro proyecto exige una práctica educativa evangelizadora, para conformar una comunidad capaz de anunciar y desarrollar de forma sistemática, desde sus diversos componentes y ámbitos tales como: proyectos educativos, ambientes, convivencias, sectores de aprendizajes, planes y programas, reglamentos, experiencias, entre otros, que permiten impulsar las actitudes y competencias reveladoras de aquellos valores propuestos por Jesucristo en el Evangelio, promoviendo el sentido nuevo de la existencia y lo transforma, capacitando al hombre y a la mujer para vivir una vida nueva y del carisma del Venerable Padre Julio María Matovelle, en concordancia con las innovaciones educativas que se aplican en el momento histórico actual, para dar una educación de calidad a la niñez y juventud, orientada a la consecución de una sociedad justa humana llena de espiritualidad y amor oblativo que llega a la entrega total e incondicional (inmolación).
● Nuestra identidad educativa católica se fundamenta en la formación del corazón que debe darse en un ambiente educativo donde reine el amor, el respeto, la responsabilidad y el rigor científico y técnico actualizado y la búsqueda constante de una espiritualidad sólida y trascendente que parte del encuentro con Cristo en la oración y sobretodo en la Eucaristía.
● La educación en la Unidad Educativa Cardenal de la Torre, en todos sus niveles es un proceso de orientación y acompañamiento para que el/ la estudiante descubra los conocimientos, a través de sus propias experiencias, para integrarlos a su vida, hasta formar una personalidad semejante a la de Cristo y desde esa realidad se constituya en agente de cambio generador de esperanza para los demás. Debe educarse con autenticidad, responsabilidad y capacidad científica competente, sin avergonzarse de la fe.
● Los padres y madres de familia y/o representantes legales de la Unidad Educativa Cardenal de la Torre deberán fomentar la práctica académica y católica por parte de sus hijos/hijas de los valores, sanas costumbres y virtudes sociales, cívicas y morales como cristianos comprometidos. Participar en forma proactiva de actividades institucionales, dedicar tiempo para escuchar las inquietudes, deseos y aspiraciones de sus hijos para dar una adecuada y oportuna orientación que les permita evangelizar a sus hijos/hijas por medio de la vivencia de la fe por la palabra y el testimonio de su vida, dándole a Dios el lugar preferencial en la familia.
● Entendemos a la comunidad educativa como un ente interdependiente, proactivo, que permite alcanzar las metas institucionales:
a. Formar la conciencia cristiana como identidad institucional.
b. Formar al ser humano en forma integral holística y personal, en base del amor y la oblación.
c. Desarrollar la conciencia social, participativa y democrática, con proyección humanística y cristiana.
d. Fomentar una autonomía responsable y el manejo adecuado de la libertad.
e. Alcanzar la calidad como medio para ser competente.
f. Instrumentar el aprendizaje con innovación tecnológica y su utilización práctica en la vida diaria.